En las nubes

Resumen rápido de mis últimos meses

Embarazo, maternidad y esas cosas

Hace tiempo que no os cuento un poco como está el patio por mi casa. Así que creo que os debo un mini resumen de lo que han sido mis últimos meses.
Como ya sabéis hace poco me estrené en esto de ser madre y no nos vamos a engañar, el último mes antes de parir y los dos meses después, son chungos, pero al mismo tiempo increíbles y maravillosos. Un cúmulo de sentimientos contradictorios difíciles de explicar.

El embarazo no fue algo maravilloso. Los primeros 4 meses me encontré fatal, aún así tenía que dar gracias por currar en casa y poder tirarme en el sofá cada 10 minutos para sobrevivir. A todo esto, se me juntó la angustia de ese primer aborto que pasé meses antes, y el miedo a que volviera a pasar asomaba día sí, día no.

Durante el último mes de embarazo tuve una ciática tremenda. El peso de la barriga me contracturó la espalda y por mucho que me decían que tenía que salir a pasear, no podía ni dar la vuelta a la manzana. La última semana viví con un pánico y una ilusión tremenda el parto, hasta que el momento llegó. A las 40 semanas y 1 día rompí aguas a las 3 de la mañana mientras dormía.
Desperté a Ivan dándole golpetazos para avisarle de la buena noticia, pero hasta las 8 de la mañana no me dejaron ingresar porque estaba muy verde, así que esas 4 horas en casa esperando, fueron surrealistas pensando que en pocas horas conoceríamos a la persona más importante en nuestras vidas. Le hicimos un vídeo del momento, lloramos de la emoción y de terror al mismo tiempo y a las 7 de la mañana llamamos a nuestros padres y hermanos para avisarles de que Gala ya estaba llegando.
A las 8 salimos de casa para ir al hospital.  Caminar con barrigón y ciática no es precisamente algo glamouroso.
A las 9.00 ya estaba en la sala de dilatación con la oxitocina puesta y dilatada de 4cm. Lo jodido fue cuando me pusieron la epidural. El anestesista de unos 70 años me masacró la espalda provocándome un par de calambres que me hicieron replantearme el parir a pelo. Aún así no me hizo casi efecto ya que 1 hora más tarde en vez de notar que el dolor de las contracciones me iba a menos, aquello adquirió una intensidad tan brutal que veía las estrellas y me paralizaba todo el cuerpo. Así que exigí a la comadrona que me metieran toda la anestesia del hospital, porque aquello no lo aguantaba.
Al fin conseguí no sentir ni las piernas y mi hija nació  a las 14.37. Fue el momento más increíble de mi vida.
Semanas después, hormonalmente y físicamente estás jodida, ir a comprar el pan resulta tarea imposible y nadie me había contado el dolor pezonero tan horroroso que sientes cuando das el pecho los primeros días.
Pero todo esto pasa tan rápido que aquí estoy dándolo todo de nuevo.

Lo que más me emociona es que esta próxima Semana Santa por fin retomo los viajes. Eso significa que vuelvo a llevar a grupos personalmente y el primero será del 25 al 31 de marzo. Así que si quieres más información no dudes escribirme a bianca@solaennuevayork.com o a través de la web clicando aquí ¡Estoy con unas ganas tremendas! Después de más de un año sin pisar Nueva York, creedme que para este viaje lo voy a dar todo jeje.

También comentaros que estoy acabando de organizar mi primer viaje a Los Ángeles para verano 2018. Llevaré a un grupo muy pequeño para que sea lo más íntimo posible, también si quieres apuntarte a la lista de interesadas, ponte en contacto conmigo para poderte enviar la información del mismo en cuanto la tenga.

¡No sabéis las ganas que tengo de meterme a un avión!

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