Susana Hernandez

Comercial

 

Hay muchos motivos por los que puedes viajar sola a Nueva York, pero en mi caso fueron las ganas de disfrutar sola, de la ciudad que tanto conocía a través de las películas. Quería sentir la sensación de vivir en la ciudad, pasear por sus calles y recorrer los sitios menos conocidos. Sentirme en el fondo una ciudadana más.

En realidad no me enfrenté a ningún miedo porque eran tantas las ganas que si había algún temor, quedó disipado. Por decir alguna cosa, el único “miedo” es que todo saliese bien el primer día…..llegada y traslado, alojamiento, etc.. Lo demás todo vendría rodado y confiaba en mi misma para solucionar cualquier contratiempo que pudiera surgir.

Llegué un 07/08/2011 y el sentimiento de felicidad fue inmenso. Sólo coger el taxi en el aeropuerto JFK ya hizo que afloraran los nervios y ese gusanillo en el estómago que sale cada vez que haces algo por lo que has luchado tanto. No era mi primera vez en NY, pero si era mi primera vez sola. Sabía que iba a vivir una experiencia inolvidable.

Viajar sola a Nueva York, es una sensación tan bonita que es difícil de explicar.

El primer día que coges el metro y te mueves por la ciudad como un habitante más de ella, sentirte una más entre esa diversidad de gente. Y sobre todo, la sensación de no sentirte sola en ningún momento. Todo el mundo dice que la primera vez que va a NY no deja de mirar para arriba y observar la inmensidad, pero en mi caso, miraba al frente, no quería perder ningún detalle. Estar rodeada de tanta gente puede dar sensación de agobio, inseguridad pero para nada, todo lo contrario, te sientes tan segura que en ningún momento piensa en eso.

Estuve alojada en la Manhattan School of Music que está situada en el Upper West Side cerca de la Universidad de Columbia. Era una zona muy tranquila y bien comunicada que para mí fue lo más importante. Es un barrio lleno de restaurantes y tiendas por lo que puedes disponer de cualquier cosa en todo momento.

Experimenté un antes y un después de este viaje. Al regresar solo piensas en volver!! La energía y el positivismo que te da la ciudad no lo puedes suplir con nada. Llegas con las pilas cargadas y sabes que hasta que no vuelvas no las recargarás.

Si tuviera que convencer a alguien para viajar sola o solo a Nueva York, le diría que no se lo piense dos veces, que la experiencia que va a vivir es tan gratificante, que deje a un lado los miedos que le puedan aflorar. Va a ser la experiencia de su vida, sin lugar a dudas.

No puedo dar un por qué ir sola a NY, simplemente coge un vuelo y cuando regreses me entenderás y me darás la razón.

Está claro que acompañada puedes compartir experiencias y vivencias en todo momento, pero sola las disfrutarás a tu manera y lo bonito es eso, poder hacer lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Y que tengan claro que nunca se sentirán solas!!!

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