La historia

La decisión de ir sola a NY

Hace 6 meses tomé la decisión de viajar sola a Nueva York.

Sobrepasar los treinta y encima estar soltera, no es fácil. Estás predestinada a pasar por una de esas crisis existenciales, mientras el 80% de las personas que te rodean viven sumergidos en una burbuja de felicidad. No quieres saber nada de hijos, amor o matrimonio porque te mareas al oírlo. No soportas que nadie te haga la famosa pregunta de – Y tú que.. ¿ya tienes novio?-  haciéndote sentir como un bicho raro marginado y extraño.  No te das cuenta y  vas alejándote lentamente de la gente que te rodea para escapar de aquello que es «tu vida».

Quien nunca ha estado solo o no ha experimentado a los treinta la soltería profunda, no sabe de lo que estoy hablando.

Cuando durante años todo lo relacionado con el amor te ha ido mal, cuando ves que tus amigos no paran de encontrar pareja en un abrir y cerrar de ojos y todo el mundo empieza a formar una familia, algo en ti se deprime.

Aunque te alegras por ellos, todas estas situaciones no hacen más que recordarte que estas sola y que estás a años luz de encontrar a alguien.

De golpe un día te das cuenta que ya tienes la edad de Bridget Jones, te levantas y decides que esta no es la vida que quieres llevar. Estás a un paso de dejar tu piso, tu vida, tu trabajo, hacer maletas e irte a la otra punta del mundo. Empezar de cero.

De una manera u otra así lo hice, pero sólo 3 semanas.   Tres semanas para reflexionar, olvidarme de mi día a día en Barcelona y aprender a estar conmigo misma.

¿Porqué Nueva York? Por ser la ciudad con la que  sueño desde que era pequeña.

Ya que mi presupuesto no era para echar cohetes, decidí que la mejor manera sería intercambiar mi piso. Y así lo hice. Me di de alta en diciembre y dos semanas después recibí un email de Katie.

Me ofrecía su apartamento de Carroll Gardens, un pequeño barrio de Brooklyn rodeado de tiendas, restaurantes y todo tipo de comercios. No lo dudé ni un segundo. Esta era la oportunidad que estaba esperando. En tan sólo 24horas cerramos el acuerdo. Compraríamos el billete en el mes de marzo y nos comprometíamos a no mirar ningún intercambio más.

Después de haber venido como turista infinidad de veces, decidí que este no iba a ser un viaje normal. Tendría que ser diferente llevando a cabo actividades para no aburrirme y conocer gente.

Esta es la historia de mi viaje, una pequeña aventura que te ayudará a conocer la ciudad de manera diferente y que tal vez,  pueda servirte de inspiración para encontrar esa parte de ti que creías perdida.

Hace 24 horas que aterricé en Nueva York y mi aventura tan sólo acaba de empezar.

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